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Ruben Prieto permanece 3 semanas detenido (aproximadamente desde fines de julio hasta el 14 de agosto) en el Ex CGior en el marco de protestas estudiantiles en el año 1968.

En el momento de la detención era militante estudiantil. Pertenecía a la Asociación de Estudiantes de Magisterio.

Magdalena Figueredo (Lic. en Historia) y Graciana Sagastea (Lic. en Historia).

Nosotros ya estábamos vinculados con el sindicato de FUNSA, con Duarte, con toda esa barra. Y venía una marcha de cañeros, con curas, con el cura Zaffaroni, con el curita Mauricio, la iglesia progresista había empezado a trabajar. Esa agrupación de Magisterio era anarco-cristiana, porque había gente que venía de FAU como Elena Quinteros, “Sarita”, Gustavo Inzaurralde, y después gente que venía de Parroquia Universitaria, como Margarita Michelini, María Selva, Sara Méndez, y varios más, Myriam Ceballos, qué sé yo.

Fragmento de la entrevista

Transcripción completa de la entrevista

10:57:07

 

RUBEN PRIETO: Yo me llamo Ruben Walter Prieto Benencio. Nací el 21 de julio de 1947 en Velázquez, Rocha. Villa Velázquez, un pueblito. Tengo un hermano 14 meses menor, con cuatro años nos vinimos para Montevideo. Mi madre siempre nos dijo “nos vinimos para que ustedes fueran gente”, porque no le gustaba el pueblo. Yo no comparto esa forma, pero la entiendo en ella. Hace unos años… después ustedes sacan lo que tienen que sacar, a mí me ayuda a entrar a mí en… hace unos años, no sé por qué trámite yo antes de que ella falleciera, ella murió hace 4 años, necesité la libreta de casamiento de ella, no sé por qué tema era. Y yo nací el 21 de julio y la anotación de casamiento era en abril del mismo año. Digo “bueno, ¿cómo es esto?”. “Ah”, dice, “yo nunca te dije?” “Yo nunca supe esto, te casaste embarazada?” Entonces me contó que tenían una historia de enemistad entre la familia de ella y la familia de mi padre. Entonces habían ideado entre los dos el plan de que ella quedara embarazada, entonces se podían casar y nadie podía decir nada. Un poco para cómo eran los pueblos en esa época y alguno que puede ser que siga siendo así, ¿no? Después ellos vivieron una historia de muchas décadas juntos, y nacimos nosotros y se ocuparon de los nietos y tal. Hicieron algo bueno con su vida. Bueno, nos vinimos para acá. Yo uno de los recuerdos más fuertes que tengo, tengo dos recuerdos fuertes de mi infancia, uno es de mi padre con un hermano, que eran unos cuantos, saltando abrazados cuando Maracaná. Y otro estando en el pueblo chico de Velázquez cuando el día de Reyes nosotros recibimos de regalo de Reyes dos “preñadas”, le decían en esa época, dos refuerzos de galleta Numancia, que era una galleta de miel grandota, cuadrada, gruesa, y dulce de membrillo. Y dos chanchitas, que eran dos monedas de veinte centésimos, que eran de plata, qué sé yo. Y fue un regalo que disfrutamos… Es uno de los regalos que yo recuerdo que lo compartimos con un gurí que no le habían dado nada y no sé qué. Esas eran las condiciones en que la gente emigraba en ese momento a Montevideo.

 

15:10:16

 

RP: Y nosotros tuvimos una vida donde la política no salía de los blancos y colorados. Mi padre votó a los colorados durante un tiempo, después cuando cambia la tendencia él se suma a esa tendencia, vota a los blancos. Incluso yo, la primera vez que voté, voté a los blancos, porque mi padre votaba a los blancos. Yo tenía 19 años y estaba en que iba a ver fútbol, me gustaba salir… que los Beatles, que Aznavour, jugar al billar y al futbolito y andar en la playa -vivíamos cerquita de la playa Buceo-, pasar en la playa. Me acuerdo unos carteles que había en el cementerio del Buceo, en el cementerio viejo, donde están las viviendas esas ahí en Propios, de UTAA, uno de los primeros carteles que deben haber sido en el 64, yo tenía 16 o 17, reclamando el estanco de tabaco, que fue una reivindicación larga de que hubiera un control sobre el tabaco. Nuestra vida era una vida de jugar al fútbol en la calle -había pocos autos-, a la paleta, arco y flecha, la honda, ir al cementerio, era una vida… salir a pasear por el barrio, ir al puertito de Buceo a pescar, a bañarnos, ir a la Asociación Cristiana de Jóvenes, ahí cuando empecé a ir al liceo empecé a ir ahí. Lo más cercano a algo que conectara con otra cosa era la Asociación Cristiana de Jóvenes que en ese tiempo era de Malvín, había ahí a la vuelta de Michigan por la rambla. Yendo para el Centro hay un terreno baldío, y yo miro el terreno y digo “qué chiquito que era esto y todo lo que hicimos ahí”. El director de ahí era Arnaldo Gomensoro. No sé si lo ubican a Arnaldo, sí, ustedes lo tienen que ubicar a Arnaldo, que era el director de ahí, compartíamos con el “Tito” Gomensoro y con el “Cheche”, con Roberto y con Arnaldo chico, después socialista el grande y del MLN el “Tito”, yo me lo volví a encontrar más adelante, que éramos compañeros del liceo y al mismo tiempo compartíamos en la Asociación Cristiana. Y después un centro de actividades extraescolares que creó un maestro de la escuela Japón, que era adonde habíamos ido nosotros, que está en Solano López y Pérez Gomar, a cinco cuadras de Rivera para el lado de avenida Italia, a mano izquierda, así. Es una escuela grande que hay ahí, muy antigua. Bueno, mi padre era de la comisión de fomento, me acuerdo. Mirá vos lo que me está viniendo de recuerdo, haber ayudado a mi padre a plantar un Ibirapitá en la escuela. Y el director de la escuela, Daniel Antoniello, socialista él. Después Antoniello estuvo a cargo de un segmento infantil que tenía Época, un diario, el primer diario diario de izquierda. Él era el responsable del suplemento. Y a Antoniello se le ocurrió armar un centro de actividades y nos convocó a los exalumnos a ayudarlo a trabajar ahí. Entonces venían en esa época… era difícil encontrar clubes para los niños, eran muy caros los clubes que había. Entonces era un lugar donde los gurises podían venir a jugar al fútbol, jugar al básquetbol, aprender esto, aprender lo otro, y al mismo tiempo tener actividades de grupo, de compartir la escuela como centro, esa concepción tenía Antoniello. Y bueno, para nosotros fue una experiencia… para mí fue inolvidable todo lo que fuimos recibiendo en realidad. Nosotros íbamos a colaborar, a ayudar, pero todo lo que fuimos viendo de convivencia, de relacionamiento. Éramos muy silvestres todos, teníamos poca… por lo menos en mi ambiente, en los otros no sé como sería. Había poca comunicación, la familia más allá de los inmediato, lo doméstico, pero pocas proyecciones, y mucho del qué dirán, del todo eso de que “hay que ser bueno”, unas túnicas almidonadas que te rompían, te raspaban todito, porque mi madre planchaba las túnicas con almidón porque no podía mandar los hijos a la escuela si no estaban impecables. Duras las túnicas, totalmente duras y el cuello eran una lija. La imagen, que es gente que venía de campaña. Pero esas dos experiencias, la de la Asociación Cristiana y la de… y seguramente cosas que recibí en mi casa también, a mí en cierto modo me predispusieron para estar sensible a los cambios que estaban empezando a haber.

 

23:42:02

 

RP: Y estando en el IAVA empecé a participar en algunas asambleas y la derecha tenía… había muchos que después han sido dirigentes blancos, los blancos tenían mucha fuerza ahí, había movimientos de derecha potentes, ¿no? El Movimiento Estudiantil Democrático, el MEDL, incluso algunos que después estuvieron también vinculados a algunas operaciones violentas, como fue cuando mataron a Arbelio Ramírez, ahí hubo gente involucrada en el 61 cuando vino el “Ché”.

 

24:54:06

 

RP: Y empecé a ver la publicidad de la embajada de Estados Unidos. Te regalaban unos folletitos que estaban hechos para Centroamérica, porque se acababa de unificar el movimiento sindical de la CNT, en el 64 para unos, un poquito después para otros, para nosotros en el 64 y para el Partido Comunista un poco más adelante, una diferencia de fechas. Pero se había unificado el movimiento sindical y eso era una luz roja para… veníamos en el 58 de aprobar la ley orgánica de la Universidad, con todas las movilizaciones, con todas las cosas. El primer paro que yo hice en mi vida fue en liceo, en el 58, un paro convocado por la FEUU que paró todo el mundo. Había un Instituto Uruguayo de Educación Sindical, que ahora hay un… no me acuerdo, no me sale el nombre ahora, pero el IUES, que hay un personaje que después ha sido nombrado más adelante, no me acuerdo ahora. Repartían unas revistitas, unos cómics de una historia de un muchacho que querían involucrar en un sindicato, y venía el delegado del sindicato y el delegado del sindicato era negro y era comunista (risas), una cosa espantosa. Y era toda una historia de uno que terminaba trabajando para romper el sindicato, para armar otro sindicato, para dividir. Bueno, esas cosas era lo que circulaba ahí en el medio donde estábamos nosotros, y el Club del Clan y esas… Y de repente en el 67, yo lo recuerdo así, en el 67 matan al “Ché” en Bolivia y yo le contaba porque lo puso François Graña en un libro que hizo sobre el 68, que a mí me impactó: una foto de un diario, creo que era Extra, un diario colorado. Pusieron en la primera página una foto del “Ché”. El cadáver, ¿no? Que era muy fuerte poner un cadáver en la portada de un diario. Era como un festejo, una cosa… Y yo me acuerdo que yo estaba trabajando ya en ese momento y le compré todos los diarios, justamente era un anarco el del kiosco de avenida Italia y Comercio, le compramos todos los diarios y los prendimos fuego en avenida Italia, que era angosta todavía en ese momento. Ya empezaban a haber cosas… porque en realidad Cuba en un principio, bueno, todos sabemos cómo es la historia de Cuba, hasta que Fidel dijo “soy marxista, leninista y lo seré hasta el último día de mi vida”, salía en Life y eran los barbudos de la sierra, contra Batista que era un tirano, sanguinario, corrupto, promotor de la prostitución, los casinos, esa era la imagen que teníamos y que tenía el mundo entero. O sea que hubo todo un movimiento, y la revolución cubana le pese a quien le pese generó toda una cosa de simpatía y de expectativa. Y el “Ché” se transformó en lo que es. Eso empezó a marcar, eso es en octubre del 67. Y viene un compañero de barrio, un amigo, el Hugo Casariego: “estaría bárbaro para ir a magisterio, está lindísimo”. Después se casó con Lilián Celiberti Hugo, murió hace un montón de años. Y me dice “está lindísimo para ir a militar ahí, no sé cuanto” “¿Militar qué? Qué es militar?” Estaba vinculado a la FAU. “Y bueno, vamos”. Me fui para Magisterio. Por suerte fui  a Magisterio, ahí conocí a María Selva, estamos juntos desde esa época, desde ese año 68.

 

 

30:03:22

 

RP: Y el 1º de mayo venían los cañeros. Nosotros ya estábamos vinculados con el sindicato de FUNSA, con Duarte, con toda esa barra. Y venía una marcha de cañeros, con curas, con el cura Zaffaroni, con el curita Mauricio, la iglesia progresista había empezado a trabajar. Esa agrupación de Magisterio era anarco-cristiana, porque había gente que venía de FAU como Elena Quinteros, “Sarita”, Gustavo Inzaurralde, y después gente que venía de Parroquia Universitaria, como Margarita Michelini, María Selva, Sara Méndez, y varios más, Myriam Ceballos, qué sé yo. Y era un momento de salida a la luz de la existencia, a partir de un nuevo concilio y tal, de un espacio para una iglesia más comprometida, todo eso va sumando. Y el 1º de mayo hay un acto en 8 de octubre y Habana, en la Curva de Maroñas, a 5 o 6 cuadras de Corrales, a 6 o 7 cuadras de donde está la fábrica, y a más o menos la misma distancia del sindicato de FUNSA que está ahí en 8 de octubre, ahí cerquita de Corrales. Me acuerdo del número y no de la otra calle… Villa del Moro, 8 de octubre 4509. Pasamos una vida ahí adentro. Y la consigna era “UTAA en el campo, FUNSA en la ciudad”. Entonces bueno, llegaba la caravana, llegaba la marcha a pie de UTAA y estaba todo el sindicato y un montón de gente acá, y fue un acto fantástico. Habló el flaco Beletti, habló el “perro” Pérez por el sindicato de FUNSA, y eso era en víspera del 1º de mayo, ellos venían preparando el 1º de mayo. Y llegó el 1º de mayo y la embajada de Estados Unidos estaba en Agraciada, ahí frente a donde está el Banco de Seguros, por ahí. Ahí nomás.

 

ENTREVISTADORAS: ¿Dónde es Libertador ahora?

 

RP: Libertador, sí. Sí, para mí en esa época… Libertador, sí, claro. Agraciada ahora es para el otro lado. Y bueno, los peludos traían un tatú gigante, lo prendieron fuego ahí en medio de avenida del Libertador y ahí arrancó el griterío contra los gringos y tal. Y ahí vino la Republicana con los caballos, cagó a palos a todo el mundo y había una barra de cañeros que se agarraban de las riendas los caballos, los daban vuelta, caían los milicos. De repente empezaban a venir refuerzos de la policía y fue una desbandada que… había quedado un montaña de zapatos ahí de la gente, zapatos. Y yo me refugié en el sanatorio del Banco de Seguros, justo mi padre tenía guardia ese día, trabajaba en el sanatorio. Y me metí, porque empezaron a llevar en cana a la gente que estaba ahí en la calle. Me metí para el sanatorio y después que termina eso salí. Y el 3 hubo una manifestación en el centro protestando por la represión. Y también, la Republicana y palo y palo y palo. Y eso preparó el clima como para que después empezara la reivindicación del boleto estudiantil y gran parte de la lucha de ese año fue por el boleto, junto con el mayo francés y los contracursos. Y nosotros ocupamos el Instituto de Magisterio, armamos contracursos, un montón de profesores colaboraron con los contracursos. Hubo todo una… eso marcó un punto de inflexión, ese 1º de mayo, para mí.

 

35:24:01

 

RP: Nosotros, la AEM, que era la Asociación de Estudiantes de Magisterio, nos integramos como observadores a la FEUU y se fortaleció la CESU, la Coordinadora de Estudiantes de Secundaria, y grupos fuera de la Juventud Comunista, que eran los que conducían la CESU, y los “tupa” entraron a fogonear desde su lugar. Y se radicalizó el movimiento sindical y vino la congelación de precios y salarios, la Coprin famosa, y una reducción de todos los gastos del Estado, y bueno. Eso es lo que es el ambiente ese año, ¿no?

 

36:15:16

RP: Y yo haciendo memoria, yo fui en cana en Colón, me acuerdo. Creo que el MLN tenía secuestrado a Jackson, el embajador inglés en ese momento, y al brasilero, no me acuerdo cuáles, Dias Gomide me parece y Jackson, una cosa así. A algún genio asesor de Pacheco se le ocurrió decir que los tenían en la universidad, en alguna facultad o qué sé yo, varias facultades. Y salimos a la calle a defender la autonomía universitaria y a protestar contra la violación de la autonomía. Ahí coordinamos con la gente de Agronomía y con los estudiantes de secundaria de la zona norte allá de Agronomía y Magisterio, que estaba en el Prado en ese momento, en Castro casi Millán, donde después estuvo el IBO, ahí. Momentos de agitación, de mucha agitación. Y ahí fuimos, no sé si fue un sábado de mañana, un día de feria, a la feria de Colón a hacer una volanteada en la feria de Colón. Y bueno, cayó la policía y ahí nos llevaron presos a algunos, a unos cuantos. Algunos que eran menores salieron, qué sé yo. Y yo estuve un par de días en el cuarto piso en Jefatura, que era donde íbamos a parar los que caíamos, en primer lugar, interrogatorio, actas, qué sé yo. Y después para el CGIOR.

 

38:13:18

 

RP: Y yo lo que más recuerdo del CGIOR, en realidad era tal cual, ¿no? Era una cuestión experimental, comíamos bien, no había drama de ningún tipo, éramos estudiantes, sindicalistas, un montón de gente había, y veías cómo se iban y decías “cuándo me va a tocar a mí”. Comíamos en el casino de los oficiales, nadie se metía con nosotros, estábamos encerrados. Y en cierto modo fue una escuela, una forma de… nos juntaron a montones y bueno, ahí nos hicimos amigos, simpatizamos, intercambiamos ideas, nos afirmamos como compañeros. Otro día alguien en una actividad hablaba del sapo o la rana que cuando la metés en el agua hirviendo y salta, como que esto si lo vas entibiando de a poquito lo terminás cocinando y no se da cuenta. Pero fue como algo como eso, ¿era una represión? Bueno… No era tampoco una cosa… sí empezaban las medidas de seguridad que después las empezaron a aplicar. Eso vieron que les conformó a los que los mandaban y empezaron a hacerlo sistemáticamente. Después una cantidad de compañeros pasaron por el CGIOR, porque era uno de los lugares centrales,hubo mucha gente.

 

E: Ruben, ¿ahí más o menos en qué fecha estamos?

 

RP: Y eso estamos… yo salí el día que mataron a Líber Arce. El 14 de agosto. O sea que son un par de semanas antes que… en realidad a Líber Arce lo matan, es parte del mismo movimiento de violación de la autonomía y reacción contra la violación de la autonomía en Veterinaria, que era otro centro que también les preocupaba a ellos juntos con Agronomía, donde el MLN tenía fuerza y la izquierda tenía fuerza. Yo no recuerdo nada extraordinario, sí lo más extraordinario que recuerdo era mi madre que iba a retarme, “sos un facineroso, sos esto, sos lo otro”. No podía creer que su hijo estuviera preso, los que iban presos eran los delincuentes.

 

41:22:19

 

E: Cuando a vos te llevan al CGIOR , más o menos, ¿te acordás cuánta gente había en ese momento?

 

RP: Y no sé… pero debíamos ser 30 o 40 calculos

 

41:48:05

 

RP: Ya venía gente por represión sindical también. Después la cana masiva de la gente de UTE y de los bancarios fue un poquito más adelante. Sí, fue un poco más adelante. Pero ya esos estaban aptos para recibir contingentes de presos, esos lugares.

 

42:40:20

 

RP: Nosotros ya veníamos fichados de Jefatura, y después una barraca. No eran calabozos, eran barracas. Yo no sé si había una denominación, pero era… en realidad lo que hacían era sacarte de circulación. Ese era el objetivo, sacarte de… que no hicieras más disturbios. En ese momento todavía era una cosa… era la aplicación del estado de sitio, digamos, ¿no? Hay desórdenes, hay una reestructura del Estado que la tenemos que llevar adelante sea como sea, empiezan a protestar, tal. Después se junta con otras cosas, con la violencia armada, con la radicalización. Después en realidad lo que promueve todo eso es la radicalización, promueve la radicalización porque después en todas las manifestaciones palo, y la gente empieza a dar vueltas autos…

 

46:38:18

 

RP: La experiencia para mí del CGIOR fue una escuela de aprendizaje de compañerismo. Y al mismo tiempo la formalización de que había algo que estaba roto, que me podían meter en cana sin yo haber cometido ningún delito, haber hecho nada más que haber ido a una manifestación a protestar.

 

56:49:01

 

RP: Yo salí del CGIOR, mirá vos, estábamos en la puerta de la casa de mi padre y mi madre, en la calle Comercio, y de repente viene un policía en bicicleta, venía de la 11, ahora la 25, en Velsen, en Malvín. Venía por Comercio para avenida Italia pedaleando el tipo, y mirando así, y de repente se paró enfrente y cruzó, estábamos en la puerta nosotros, había una escalerita para llegar a la casa. Y dice “señor Prieto?” Y digo “pero yo acabo de salir ayer, muchacho, ¿otra vez?” Dice “Julio Prieto?” Yo le doy los documentos y dice “no, usted no, Julio Prieto”. “Julio Prieto es mi padre”. “Se tiene que presentar en la seccional”. Mi viejo era delegado en el sindicato en el banco, en el sanatorio del banco, era de la comisión representativa. Y había habido, en el conflicto, los paros, y entonces la representativa había autorizado, porque en el sanatorio tiene que haber guardias para atender al público y eso, las urgencias. Y en una libreta de anotaciones que tenía mi padre tenía las guardias y teníamos volantes del sindicato. Bueno, entonces… ahí se despertó mi mamá también, porque ¿cómo es eso? Al marido lo conocía bien, no andaba en nada raro, era una cosa… Bueno, allá la acompañaba yo después, estaba en el 5º de Artillería, lo llevaron a ese. Y estuvo varias semanas ahí hasta que se levantó el conflicto, y en esos 72 días famosos que es un número cabalístico para varias cosas.

 

01:00:36:22

 

E: ¿Era necesario que te llevara comida?

 

RP: No, se comía muy bien. Comíamos lo mismo que los oficiales. Tengo un recuerdo tanto de ahí como de la escuela de ropa del boldo, del té de boldo. No me gusta el té de boldo, antes me encantaba el té de boldo, pero tomamos tanto té de boldo para bajar la grasa de la comida… Nos mataban a boldo y a eso que le ponían al pan, el cromato de potasio. Eso nos ponían en la comida. Que es un inhibidor de la libido sexual y qué sé yo.

 

01:01:43:15

 

E: Y ahí en esas barracas dormían en el piso?

 

RP: En cuchetas. No no, usábamos las instalaciones que usaba la tropa, tanto en uno como en la escuela de tropa, lo mismo. Porque ahí iban a formarse policías, entonces había una barraca que eran cuchetas dobles con una cucheta abajo y otra arriba, una hilera de cuchetas en un barracón. Dormíamos, teníamos buenas duchas. Ahí no era un trato… jugábamos al fútbol en la plaza, incluso en la escuela de tropas dependía del oficial, había oficiales que venían a hablar de marxismo con nosotros y a discutirnos. Y otros que eran unos perros, pero todavía había una convivencia democrática como la que hubo durante mucho tiempo.

 

01:02:54:13

 

E: Ruben, cuando te liberan, ¿te avisan o cómo fue el procedimiento?

 

RP: Te vienen a avisar: “prepare sus cosas que se va”. Te hacían firmar cuando te ibas y chau. Y te dejaban en la puerta. Fueron tres semanas, para mí fueron importantísimas en realidad, por todo eso, ¿no? Y supongo que para muchísima gente que fue en cana por medidas de seguridad en ese momento fue como un campanazo, como “bueno, esto…” Entre eso y la fraternidad que había entre nosotros, ¿no? Ese sentimiento de vamo’ arriba, vamo’ arriba que… era una belleza, la verdad, una belleza. Salir y después había alguno que se desbundaba y rompía algo de más, ta, pero era como estar cambiando las cosas, ¿no? Y yo creo que cambiamos una cantidad de cosas.