El 15 de marzo de 2018, un conjunto de organizaciones nos dirigimos ante la Comisión de la Ley 18.596 del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay con el fin de solicitarle la colocación de una Marca de Memoria en las instalaciones del que fuera el CGIOR.
Esta Comisión tenía como obligación la tarea de implementar la Ley de Reparación sobre la actuación ilegítima del Estado entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985 que en su Artículo 8, establece que en materia de reparación “En todos los sitios públicos donde notoriamente se identifique que se hayan producido violaciones a los derechos humanos de las referidas en la presente ley, el Estado colocará en su exterior y en lugar visible para la ciudadanía, placas o expresiones materiales simbólicas recordatorias de dichos hechos; podrá definir el destino de memorial para aquellos edificios o instalaciones que recuerden esas violaciones y podrá determinar la celebración de fechas conmemorativas de la verificación de los hechos”.
Es de público conocimiento que durante las huelgas bancarias de 1968 y 1969, y otras luchas sindicales y estudiantiles, las Fuerzas Armadas tuvieron en el CGIOR un lugar de detención y/o paso hacia otros cuarteles que funcionaban como cárceles.
Por otra parte, durante la dictadura ese local fue la sede de la Compañía de Contrainformaciones del Ejército, que tuvo un rol importante en la represión tal como reveló uno de sus integrantes, Hugo García Rivas luego de desertar de la misma. También se conoce su función como centro clandestino de detención durante ese último período y como Escuela de Inteligencia.
Creemos importante recordar la represión destinada a las organizaciones sociales en la predictadura y la conformación de un Sitio de Memoria en sus instalaciones para recordar un período de luchas populares minimizado, frecuentemente, por la teoría de los dos demonios con la que se intentó justificar el avasallamiento de las libertades democráticas que supuso el golpe de Estado.